Kamy avanzó con paso decidido por entre los pilares de piedra que flanqueaban la puerta de la academia Shi-oni. Se sentía feliz al poder, por fin, comenzar a estudiar en el lugar que siempre había querido, de forma tal que pudiese convertirse en caballero; era su sueño y pretendía hacerlo realidad, sin importar quien o qué se interpusiese en su camino.
Echó un vistazo y se maravilló con el panorama: el tamaño del castillo era inmenso, fuentes de oro adornaban todo el patio central, y de ellas brotaba el agua más pura y cristalina que jamás hubiese visto. Las estatuas de los antiguos directores custodiaban los pasillos labrados en “mithril”, inmunes al paso del tiempo se conservaban en perfecto estado. Los salones se veían amplios, y mucho del terreno se perdía en lontananza; al final solo veían los verdes pastos que abarcaban kilómetros y kilómetros de castillo.
Un sonido de trompeta llamó su atención, en medio del patio un hombre delgado se encargaba de llamar a todos los aspirantes que se encontraban dispersos y embobados con la vista que se les ofrecía. Sin perder tiempo avanzó ansioso hacia la multitud que se agolpaba frente al sujeto, que se paró en un podio y comenzó a vociferar con una voz algo “fina” para alguien de su edad: “Mierda, todos los nuevos pónganse frente a mí que les voy dar las indicaciones necesarias sobre qué hacer y a donde ir; moriiii.
La multitud prorrumpió en carcajadas mirando a ese extraño personaje, puesto que si su voz ya era llamativa, su aspecto parecía el de un personal trainer homosexual, ya que tenía el cuerpo tonificado y bronceado, añadiéndosele unos ojos verdes y el pelo en puntas obra del gel, más uno que otro ademán extraño cada cierto tiempo.
-Aaahh! ¿Y qué les pasa montón de maraquillas?-dijo enfadado- ¿acaso tengo cara de Tony? ¡Shimmatta!
Las carcajadas no cesaron y Kami comenzó a perder poco a poco el cauteloso respeto que profesamos por aquellos a quienes vemos por primera vez. En fin, el punto es que no solo le pasaba a él, los otros muchachos comenzaban a distenderse y a cuestionar el hecho de que un sujeto tal estuviese a cargo de algo dentro de aquella academia, la cual se suponía formaba a los mejores guerreros y caballeros del orbe. Sin perder su tiempo, un tipo de prominentes orejas se adelantó e increpó al personaje chistoso.
Hey, marica- gritó para que todo mundo oyera- ¿por qué crees que un gran guerrero como yo, y futuro gran caballero dicho sea de paso, debe obedecer a alguien como tú?
El aludido tomó aire, metió sus manos al bolsillo y extrajo un paquete de cigarrillos. Sacó uno y, sin contestar, lo encendió, dio una gran bocanada y esparció todo el humo en el rostro de su interrogador, mostrando gran desprecio por su persona y por sus preguntas. Luego le lanzó una despectiva mirada y lo interpeló: ¿y quién chucha soy vóh?, acto seguido se puso a contemplar el cielo.
Las orejas del muchacho se pusieron rojas, y apretando los puños dejó ver su ira.
¡¿Como te atreves?!- gritó- ¡te machacaré aquí y ahora!
Los ánimos se agitaron y todos los aspirantes formaron un círculo alrededor de los contendores, uno fumaba tranquilamente mientras el otro le miraba furibundo acabar con el cilindro de tabaco. Kami los miraba expectante y convencido de que aquél muchacho de grandes orejas destrozaría al fumador. Sin embargo, al pensarlo más a fondo, un extraño presentimiento lo hizo sentirse preocupado; por muy divertido que fuere aquel extraño, era un encargado dentro de la academia, por tanto debía tener alguna clase de habilidad para servir en el recinto militar más grande de la unión. Aún así, el otro se veía confiado.
El fumador terminó su cigarro e, inmediatamente, sacó otro para prenderlo y seguir dando grandes bocanadas. Apartó su vista de las nubes y posó sus ojos en quien le desafiaba. ¿No vas a decirme tu nombre, niño? –Preguntó- recuerda que ya te lo había pedido.
Visiblemente irritado, el muchacho dijo muy fuerte: soy Hinata, Hinata de hindú; te concedo el honor de que sepas el nombre de quien se convertirá en el mejor caballero de este reino. ¡Hoy es mi primer día en este lugar, y en él mi primer acto será patearte el culo!
Inmediatamente después de esto, Kami vio como Hinata se abalanzaba sobre aquél tipo… para salir volando por los aires.
Fue en menos de un parpadeo, el fumador sólo levantó su mano empuñada (o al menos eso es lo que pudo verse) y el cuerpo de Hinata salió disparado varios metros, rodó por el piso de mármol y dejó un gran rastro de sangre tras él.
Todos quedaron mudos de asombro y espanto, el agresor exhaló humo por la nariz y se acerco al cuerpo del joven mientras decía: todos los años lo mismo, ¡shimmatta! Ahora me van a volver a huevear por pegarle a alguien nuevo… ¡mierda, shinné, moriii!
Caminando metió de nuevo su mano al bolsillo y sacó un comunicador. ¿Aló?- dijo- ¿departamento de seguridad? Hola, mi cosita rica, ¿Cómo está la secretaria más sexy del jodido planeta?
Kamy no podía concebir la idea de que aquél tipo estuviese tan tranquilo luego de, como creía él, matar a alguien que recién llegaba a la academia, sobre todo siendo un funcionario de la misma.
Es que necesito equipo medico mi niña- siguió- acaba de ocurrir un pequeño incidente, pero en vez de que me manden algunos paramédicos, prefiero que venga usted y me cure el corazón. Pasaron unos segundos donde escuchaba sonrientemente la cosa que estuvieran respondiéndole, hasta que dijo: OK, yo la llamo más tarde, adiós. Puso sus manos pegadas a los costados del cuerpo y comenzó a girar sobre su propio eje mientras sonreía y movía la cabeza para los lados diciendo: mierda, shinné, moriiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
No pudiendo soportar más la curiosidad, un grupo de chicos (Kamy entre ellos) se acercó al cuerpo de Hinata, constatando que en verdad no había muerto, pero pudieron darse cuenta a simple vista de que su estado era más que deplorable.
El sonriente extraño se acerco a ellos y fue recibido con miradas de terror, sin embargo, este les devolvió la mirada y les habló en forma calmada: sorry cabros, pero él se lo buscó; si hubiese sido menos arrogante ahora estaríamos todos en el gran hall para el discurso de bienvenida y la entrega de los planes y programas a seguir este año. No se preocupen por él, no dañé ninguno de sus puntos vitales.
Unos pocos minutos después, un grupo de hombres apareció y comenzó a revisar al herido.
Tiene todos los huesos rotos- dijo uno- recibió cuatrocientos golpes, mas ninguno afectó una zona vital. Todos han sido dados con la precisión de un cirujano. Era de esperarse del maestro del Jet-Kune- Do, aún no me cabe en la cabeza como un novato llega y lo desafía así no más.
Las palabras llegaron a oídos de Kamy y los demás recién ingresados; se pararon y miraron a quien los paramédicos llamaban “maestro del Jet-Kune-Do”. Ellos ya habían oído sobre él, puesto que sabían todo sobre la academia en la que ahora se encontraban.
Un muchacho maravillado se armó de valor y preguntó todo lo que los demás se morían por saber: ¿es… es… es usted Sergio de Stiffler? No puedo creer que esté en frente de uno de los caballeros de más renombre dentro de la unión y el imperio mismo.
Así es- respondió halagado Sergio- y se te olvido decir que, además, soy miembro fundador de “Dark side” y miembro del consejo superior de la academia Shi-oni. He aquí una lección para que jamás juzguen a las personas por su apariencia, un error como este puede costar caro al guerrero que subestima a su enemigo. Aunque en este caso no fue más que un mal entendido, puesto que nadie se intimidaría con mi hermosa apariencia, ajajajajaja… mi belleza es el mayor de los predicamentos.
A pesar del gran ego de Sergio, los muchachos no evitaron dar exclamaciones de admiración, y luego de que Hinata fue llevado a la sala de curación, el grupo siguió al sujeto que no paraba de contarles anécdotas de batalla.
Así es como con Balto atrapamos al Wyvern- decía- claro que si lo llamo así no tendrán ni idea de quien les hablo. Su nombre real es sir Walter Reed.
Los chicos abrieron los ojos de par en par, sorprendidos por escuchar el nombre de quien era el manda más del consejo superior.
Ya lo verán muy pronto- continuó Sergio- es él quien dará el discurso de bienvenida a los novatos, puesto que de todos, es el más serio y responsable, jajjajaja. Bueno, henos aquí en el gran hall.
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